El ganso egipcio tiene cuello largo, patas largas y rosadas, un pico rosado y parches marrones que rodean cada ojo. Se distingue de especies estrechamente relacionadas por un parche marrón en el medio del pecho. Las alas superiores y la cabeza son marrones, mientras que el resto del cuerpo es marrón claro. La parte inferior de las alas es blanca y verde. Los juveniles carecen del parches de color marrón en el pecho.
Mide entre 63 y 73 cm de alto, su peso oscila entre 1.5 a 2.3 kgs. y tiene 38 cm de envergadura (medida de punta a punta de las alas). La altura es entre 63 y 73 cm y puede pesar de 1.5 a 2.3 kg. La envergadura es bastante grande, midiendo 38 cm, en promedio.
Las hembras son más pequeñas que los machos, pero por lo demás, ambos sexos se parecen. Una forma de diferenciarlos es por su sonido. Los machos hacen un silbido áspero, mientras que las hembras producen un sonido de cacareo. Aunque no son muy vocales, cuando se sienten agredidos o estresados harán mucho ruido.
Los machos son bastante agresivos cuando se aparean. Cada macho realiza una exhibición de cortejo ruidosa y elaborada, emitiendo ruidos de bocina inusualmente fuertes. En circunstancias normales, los gansos egipcios son animales reservados y tranquilos, pero durante la época de apareamiento son todo lo contrario. Un macho actuará de esta manera para atraer a una mujer. Como los gansos egipcios son monógamos, macho y hembra anidan solos en vegetación densa, agujeros o simplemente en el suelo.
