El Pijuil presenta la cola larga típica de los crácidos; la garganta desnuda de plumillas y una cresta baja y compacta. El macho es color negro azabache con piernas, patas, "papada" y pico anaranjado. El plumaje de la hembras y macho joven es café fuertemente marcado con negro; piernas, patas, "papada" y pico rojo.
Es un ave que al igual que sus parientes cercanos cacaraquea con vigor y entusiasmo durante la época del apareamiento y con alguna frecuencia durante todo el año. Su reclamo es similar al de la chachalaca común. Pasa gran parte del tiempo en el suelo rascando en la cubierta de hojas en busca de insectos, frutos y plantas verdes tiernas que constituyen su dieta. Sin embargo, cuando se le espanta, generalmente vuela entre lo árboles y escapa alternando el vuelo con los saltos entre las ramas como la chachalaca común.
Para cortejar el macho tiene un curioso hábito de "tamborilear "; conforme vuela hacia abajo, emite un ruido como de estampida o acometida, como el que produce un árbol al caer. Después del cortejo sigue la anidación. Anidan regularmente en el suelo. Los jóvenes son abandonados por la hembra sólo hasta que están bien desarrollados, alcanzan la madurez sexual hasta los 2 años de edad.
No se caza con intensidad debido a su aislamiento en las montañas boscosas, pero se dice que su carne es excelente, más que la del hocofaisán y que la de su pariente la chachalaca común. En tanto que permanezca en áreas intransitadas de bosque nublado, esta ave estará probablemente segura, pero al desmontarse su hábitat será inevitablemente eliminado de sus localidades.
