Gallina de Guinea

Datos generales

Nombre científico:
Numida meleagris
Clase:
Mammalia
Orden:
Galliforme
Familia:
Numidae
Alimentación:
Herbívora, principalmente hojas, yemas, tubérculos, frutos, semillas y pequeños invertebrados
Habitat:
Sabanas y estepas
Situación actual:
Estable
Distribución Geográfica:
África Central y meridional

Descripción

La Gallina de Guinea se caracteriza por presentar un plumaje gris oscuro con pequeñas manchas blancas de forma circular. La cabeza y gran parte del cuello son desnudos y de coloración grisácea. Sobre la cabeza presenta una especie de casco que es una protuberancia ósea revestida de un estuche córneo cuya forma varía según las subespecies. En la base del pico hay dos barbas y carúnculas rojizas.
Esta especie vive en grupo durante gran parte del año. En la estación seca o en el invierno en áreas templadas se han observado agrupaciones de hasta 2000 individuos. Las parvadas son a menudo extremadamente sedentarias. Al parecer, las agrupaciones sirven para detectar el alimento que está distribuido de manera espaciada, pero que localmente es abundante y también para protegerse de posibles enemigos. Temprano en la mañana las gallinas de Guinea se mueven en una sola fila, dejando su lugar de descanso en algún árbol para beber. Los machos dominantes generalmente conducen los movimientos de los grupos y actúan como exploradores pues pasan gran parte del tiempo, más que los otros miembros de la parvada en postura de alerta. Más tarde, el grupo avanza en una línea y comienza a alimentarse. Las gallinas de Guinea pueden agruparse en una formación llamada “enjambre” que consiste en un mecanismo defensivo que se adopta cuando un potencial predador como un chacal, un babuino o una serpiente se acerca a una parvada que contiene polluelos. En el enjambre, las aves se aglomeran en grandes grupos, estando los individuos más vulnerables en el centro del grupo o en alguno de los lados del grupo que esté más alejado del peligro.

Durante la época reproductiva, los grandes grupos de gallinas de Guinea se separan en otros más pequeños de individuos no reproductores y en parejas reproductoras. La ruptura de los grupos está muy influenciada por un incremento en la agresión de los machos entre sí que consiste principalmente en persecuciones ritualizadas. En tales persecuciones, un macho se aproxima a otro de lado en una postura inclinada características de exhibición. En esta exhibición, que también es efectuada por los machos durante el cortejo, las alas se mantienen pegadas al cuerpo y elevadas, para dar la impresión de que son más grandes cuando se les ve de lado. El acercamiento incita a la persecución por parte de otro macho que también adopta la postura inclinada, pero el perseguidor raramente arremete al iniciador aún y cuando éste caiga. Tales persecuciones son imitadas rápidamente por otros machos y algunas veces pueden verse hasta 8 machos corriendo en una sola fila. Las hembras observan estas persecuciones y al parecer les sirven para seleccionar sus potenciales parejas, siendo estas, los machos que persiguen durante más tiempo. Conforme se incremente la persecución, machos y hembras forman parejas temporales lo que permite, según se piensa, que las hembras comparen a sus parejas más rigurosamente y pueden hacer la elección antes descrita. Después de 2 ó 3 semanas de hacer esta comparación, se forman parejas estables y generalmente permanecen juntos hasta que la hembra comienza a incubar. Al macho pasa la mayor parte del tiempo sentado descansando, en posturas de alerta o peleando con otros machos que se aproximan a u hembra. En este momento de la estación reproductora, los machos se vuelven más agresivos y la persecución de origen a las peleas. La hembra por su parte se dedica casi exclusivamente a comer y asearse.
Una vez que la incubación ha comenzado, el macho se aleja temporalmente y se asocia con otras hembras y puede copular de una forma forzada, sin cortejo previo, con alguna de ellas. Sin embargo, cuando la eclosión este a punto de ocurrir, el macho regresa con su pareja original y ayuda en el cuidado de lo polluelo, especialmente durante sus 2 primeras semanas. Si el macho está ausente en esta crucial etapa, es muy probable que las crías mueran pues es bastante difícil para la hembra buscar comida con el fin de recobrar a energía perdida en la incubación y cuidar de los polluelo al mismo tiempo.

Fotos