El hocofaisán es un ave de gran tamaño, cuyas patas tienen 4 dedos largos bien desarrollados. El pico es corto, robusto y ligeramente curvado. La coloración predominante del macho es negra con reflejos bronceados en la parte dorsal. Las alas son cortas y redondas; la cola es alargada y la forman 12 plumas. El macho presenta un penacho de plumas rizadas de color negro brillante, mientras que en la base del pico tienen una estructura globular de color amarillo. La hembra tiene una estructura semejante a la del macho. El plumaje adopta una coloración predominantemente oscura y roja castaño en la parte ventral; las plumas de la región superior del cuello son grises con densas listas negras y lo mismo las plumas rizadas de la cresta.
El hocofaisán vive habitualmente en zonas de la selva espesa que presentan alternancia de periodos áridos y húmedos. Sus costumbres son predominantemente arborícolas. El nido es construido en los árboles de buen tamaño, usando los huecos de los troncos y las bifurcaciones de las ramas, a poca altura del suelo. El macho escoge el lugar adecuado, primeramente, y luego trae a la hembra. Ambos tapizan el fondo de la cavidad con hojas. A los pocos días la hembra pone sus huevos con un intervalo de 2 días entre cada uno. En el periodo en que procede al apareamiento, el macho se vuelve muy agresivo con sus semejantes y camina junto a la hembra. Levanta lentamente las alas, para luego abatirlas con rapidez y entonces ofrece alimento a la compañera. También menea repetida y rítmicamente la cabeza invitándola a aceptar el pedazo que lleva en el pico. En esta fase, el macho adopta numerosas actitudes extrañas y lleva a cabo movimientos rituales muy variados.
El periodo reproductivo coincide con el inicio de la primavera. La hembra es la única que se encarga de la incubación. Los polluelos pueden descender al suelo dando pequeños saltos, apenas se les han secado el plumón. Siguen constantemente a la madre cuando buscan algo que comer. A los pocos días, las crías pueden alimentarse por si solos en las ramas, entre las hierbas y arbustos. Durante la búsqueda de alimento, sobre todo en la etapa de reproducción, emiten todos una serie de sonidos muy fuertes.
Un dato curioso sobre esta especie es que se muestra renuente a volar e incluso cuando se encuentra en los árboles se desplaza en busca de alimento, caminando y saltando. Solo bajan al suelo para recoger las frutas y semillas, o para beber.