La guacamaya escarlata es un ave de gran tamaño, ya que su longitud corporal puede ser hasta 85 cm de largo. Se caracteriza por presentar un plumaje escarlata brillante en la parte inferior del dorso. Y las plumas coberturas superiores e inferiores de la cola son azul pálido. Las plumas cobertoras mayores y medias son amarillas con las puntas verdes. La cola es escarlata con las puntas azules. El rostro presenta una zona desnuda de tonalidad crema. La mandíbula superior es blanca con los bordes inferiores negros. La mandíbula inferior es negro grisáceo. El iris es amarillo. Las patas son de un tono gris oscuro.
Esta espectacular guacamaya es vista generalmente en parejas, grupos familiares o en parvadas de aproximadamente 30 individuos. Como ocurre en otras especies de guacamayas, los lazos entre los miembros de una pareja son muy estrechos, y esto es más evidente cuando se ven las bandadas volando, ya que el macho y la hembra vuelan muy cerca uno de otro y casi se tocan con las alas. Realizan vuelos diarios que resultan muy llamativos desde sus sitios de descanso hasta las zonas donde se alimentan.
La época de reproducción, al parecer, varía con su distribución geográfica. Los jóvenes son similares a los adultos pero con el iris café y la cola más corta.
La situación actual de la guacamaya escarlata está catalogada como en peligro de extinción. La caza, el saqueo de nidos y el trampeo han obligado a esta especie a retirarse a zonas muy alejadas de asentamientos humanos. En los estados de Veracruz y Oaxaca ha disminuido considerablemente en gran parte de su distribución original, y lo mismo ha ocurrido en otros países como Guatemala y Colombia.