El impala tiene un cuerpo grácil y esbelto, con largas patas. Llega a medir de 1.10 m, a 1.50 m, de la cabeza hasta la cola, la altura de sus hombros es de 77.5 cm a 1 m, y llega a pesar hasta 45 Kg, la hembra y 65 Kg, el macho. La cabeza esta adornada por un par de cuernos anillados en forma de lira, que pueden medir hasta 83 cm a lo largo de su curvatura, y solo los presenta el macho Tiene unos ojos negros y grandes, orejas apuntadas de color claro, con el extremo negro. Su pelo es suave y brillante. En los tobillos presenta una glándula útil para la comunicación y la socialización, las cuales están recubiertas de pelo negro.
El impala es una especie gregaria y territorial, se agrupa en dos tipos de rebaños. Los más compactos y coherentes, de más de 100 individuos, y están formados por hembras y sus crías, precedidas por un macho dominante, quien marca su territorio con orina y establece su dominancia basándose en enfrentamientos y tiene el control sobre las hembras y jóvenes que entran a este. Así mismo rechaza a aquellos jóvenes machos que ya tienen un año de edad, los cuales se reúnen en el grupo de solteros. Solamente durante la época de sequía, los individuos de todas las edades y sexos se congregan haciendo grandes manadas que se mueven en busca de vegetación verde y agua.
Es una especie activa tanto de día como de noche, alternando sus descansos con la comida.
Cuando la especie se ve en peligro escapa dando grandes saltos que pueden alcanzar hasta los 9 metros, también ha de ser muy diestra en la carrera, el olfato la vista y oído son agudos.
Entre sus depredadores están los leopardos, leones, guepardos, licaones, hienas y chacales. Para huir presentan llamativas manchas blancas, enmarcada por dos nítidas líneas negras verticales en las ancas, las cuales tienen la misión de poner en marcha el sistema de alarma ante la presencia de enemigos, ya que parece que estas líneas parpadean cual semáforo en la huida a saltos, los demás al ver esta señal corren hacia todos partes, sin darle oportunidad al depredador de escoger su presa. Otra forma de defensa es la de cuidar o estar alertas, mientras que otros se alimentan o beben agua.
El impala es una especie vulnerable a la cacería excesiva y ha desaparecido de gran parte de Sudáfrica, aunque ha sido introducido a áreas en donde previamente no se encontraba. Por lo que no se considera amenazada globalmente.