En esta especie hay dimorfismo sexual muy notorio ya que el macho tiene un plumaje de tonos verdes, rojizos y negros muy brillantes, mientras la hembra es de una coloración café oscura menos llamativa.
Las costumbres de esta especie son muy semejantes a las del pato mandarín con quien está estrechamente emparentado, el nido lo construyen en los huecos de los árboles cercanos al agua. La hembra es la única que se encarga de incubar y cuidar a las crías.