Es del tamaño de un guajolote, con una cola larga y otros puntos de conformación típica de los cojolites, pero con un "cuerno" rojo o casco brillante que se extiende verticalmente desde la frente; cabeza, dorso y plumas de vuelo negras excepto una amplia banda blanca que cruza la parte media de la cola; partes inferiores blancas, las plumas rayadas longitudinalmente con café negruzco; piernas y patas rojas; pico amarillento.
Es una de las aves más raras y menos conocidas, habita en las montañas azotadas por el viento en la prolongación superior del bosque nublado, la mayor parte del año esta ave visita la orilla del bosque trepándose a los árboles y comiendo frecuentemente sus frutos. En la época de reproducción, sin embargo, permanece en los declives abiertos, arriba de la línea de los bosques y es probablemente el más terrestre de todos los crácidos. El pavo cornudo se agrupa en pequeñas bandadas durante la época no reproductiva y probablemente éstos sean grupos familiares.
El apareo se efectúa en invierno, los machos hacen un ruidoso reclamo acompañado frecuentemente por un estrepitoso sonar de los picos. El cuerno y la "papada" son de un color rojo coral intenso en esta época. Las parejas establece su territorio en corrientes de agua, pues aparentemente el agua corriente es un requisito de un territorio de anidación. Ambos padres cuidan de las crías, las que alcanzan su edad media en la temporada de lluvias que comienza en el verano.
Se conocen poco de los enemigos del pavo cornudo pero se cree que uno de ellos es la tayra que destruye los nidos y se come los huevos.