El gorila es uno de los mamíferos de aspecto más importante, y también de los menos conocidos. Hay un marcado dimorfismo sexual, siendo el macho de mayor tamaño que la hembra y además, presenta el pelaje de la espalda color gris plateado. Son gregarios y viven en grupos de 2 a 30 individuos, y el liderazgo corre a cargo de un macho adulto.
Se comunican mediante señales visuales y acústicas y se han identificado entre 16 y 22 vocalizaciones diferentes, que pueden ser escuchadas a distancias de un kilómetro.
Contrario a lo que mucha gente piensa no atacan al hombre. Se les atribuye cierta ferocidad por el hecho de mostrar desplantes coléricos al golpear fuertemente su pecho, acto que utilizan en las exhibiciones para imponer su autoridad para ganarse a las hembras y proteger su familia.
Los machos presentan grandes caninos mucho mayor que en las hembras, con los cuales se ayudan para herir a sus contrincantes y depredadores.
No existe una época especial para la reproducción de los gorilas en estado salvaje, las hembras dan a luz cada 3 ½ a 4 ½ años. Los gorilas alcanzan la madurez sexual a los 8 años en el caso de las hembras y a los 11 en los machos.
Suelen alimentarse durante la mañana y la tarde,; al mediodía descansan durante una o dos horas. Pasan la noche en grandes nidos, plataformas o cojines de ramas y hojas.
Un dato interesante acerca de la fortaleza de los gorilas, la cual es superior a la del hombre, nos dice que un macho adulto puede vencer muy fácilmente a seis hombres a jalar la cuerda. En estado salvaje, los gorilas raramente beben agua, ya que obtienen toda el agua que necesitan de las plantas que comen.
La disminución drástica de sus poblaciones se debe a la industria de la madera y la agricultura. La cacería para vender su carne tan preciada, el incremento de la población humana que va invadiendo las selvas reduciendo los espacios naturales para la especie y generando enfermedades contagiadas por humanos a poblaciones de gorilas.